
EGRESADOS
VIDELA, Eliana Gisele
ANDREATTA, Valeria Soledad
BENEDETTI, Macarena Magalí
BENEDETTI, María Natalí
BENEDETTI, Silvestre Joaquín
BENITEZ, Luis Maximiliano
BENITEZ, María Belén
BÚA, María Stefanía
COLAZO, Manuela
DE LUCA, Fiorella
DE ZAN, Silvio Alejandro
FEIL, Santiago Imanol
FIOROTTO, Adrián
FIOROTTO, Andrés
KNEETEMAN, Paula
LONARDI, Lucas
OLIVERA, Camila Natalí
OTERO, María Emilia
PAREDES, Ailin
PRADAL, Déborah Beatriz
SELLANES, Tania Soledad
TAFFAREL, Emilio
TAFFAREL, Estefanía Ayelén
TOMMASI, Lara Magalí
UNREIN, Eliana Alejandra
VALIENTE, Luis Miguel
DENTRO DEL COLEGIO
Nuestro horario de ingreso era a las 7:05 y salíamos a las 12:50, generalmente. Eran 6 años de trayectoria, siendo los últimos tres el “polimodal”. Séptimo, octavo, noveno, primero polimodal, segundo polimodal, y tercero polimodal. A la escuela llegábamos caminando
Los profesores eran muy exigentes, aunque había una buena relación con ellos, siempre les teníamos mucho respeto. Norberto era el más exigente. Las materias eran en su mayoría económicas, y también las generales de todas las formaciones, como Historia, Geografía, Formación Ética, Matemática, entre otras; también teníamos Catequesis, que respondía a la formación de la escuela.
Las pruebas eran generalmente escritas, también había orales, se nos evaluaba rara vez con trabajos prácticos. Las notas eran numéricas, del 1 al 10.
El uniforme eran jeans, guardapolvo y corbata en las mujeres y los varones usaban camisa, corbata, jeans y zapatos.
El sistema de faltas era igual que el actual, y en cuanto a las sanciones, al llegar a 3 firmas te ponían una amonestación.
El colegio era muy distinto en cuanto a las restricciones y límites, respecto al comportamiento y actitudes de los alumnos, eran muy distintos a los que tienen en la actualidad.
Lo mejor de asistir al colegio era encontrarnos entre compañeros todos los días entre semana, sobre todo durante los últimos años cuando comenzaba la expectativa por ir a Bariloche.
FUERA DEL COLEGIO
Casi siempre nos juntábamos por las tardes, ya que éramos un grupo muy unido.
Las actividades extraúlicas que hacíamos eran los intercolegiales.
No había subgrupos dentro de la promo ya que éramos pocos, y muy unidos, aunque algunas veces surgían conflictos, sobre todo entre mujeres.
ÚLTIMO AÑO
Nuestra identificación como promoción eran las camperas, al igual que ahora, los colores que habíamos elegido fueron azul, gris claro, blanco y negro.
Terminamos alrededor de 23 alumnos, muy pocos quedaron en el camino.
Viajamos a Bariloche con una empresa llamada Balori, pagamos nuestro viaje con una rifa que costaba $1000, $100 cada cuota. Algunos también se la rebuscaron de otras maneras, vendiendo comidas, limpiando, etc. Para juntar plata también hicimos el “pro rock” y el baile del estudiante.
Al paseo del estudiante lo realizamos en la estancia “La Tunga”, también hicimos la serenata la noche antes, y el baile del estudiante. En 5to organizamos el baile de recepción, y en 6to, ellos lo hicieron para nosotros.
En ese entonces no existían rivalidades con otras promociones o colegios.
SALIDAS
Los fines de semana cuando salíamos hacíamos previa, y los boliches que teníamos acá, en Larroque eran OBNI y Charly´s (primero Pub y luego Disco). Salíamos a las 3 aproximadamente de la previa, y en general volvíamos a eso de las 7. Las bebidas que más se tomaban eran: vino talacasto blanco, granadina, gancia y fernet capri que en ese momento salía $30
ANÉCDOTAS
A los chicos no nos afectaba demasiado la economía del momento, en lo que hacía referencia a la educación.
La música que se escuchaba en esa época, era “Néstor en bloque”, “Callejeros”, y a nivel local estaba en pleno auge “Alcatraz” que hacía rock, y “El Rebaje” que hacía cumbia.
Una de las costumbres era juntarse a comer todos los 20 de julio, para festejar el “día del Amigo”, e íbamos todos los de la promo.