
EGRESADOS
Zantedeschi, Noelia Tamara
Alem, María Fernanda
Andreatta, Marina Raquel
Badini, Adrian Matias
Beber, Sebastián
Blanco, Brenda Mariel
Bustos, Alfredo Sebastián
Cevey, Nelson Enrique
De Nardi, María Luz
Elena, María Florencia
Feil, María Emilia
Fiorotto, Bárbara Mercedes
Fiorotto, Nadia Anabella
Irigoyen, Emilce
Lonardi, Héctor Ignacio
Luiselli, Ana Luz
Paredes, Agustín Leonardo
Reverdito, Ruth Jimena
Ronconi, Cristhián Federico
Ronconi, Cristián Alcides
Ronconi, María Fernanda
Taffarel, Enelinda María Venecia
Taffarel, María Gisela
Taffarel, Solange
Torres, Luisina Soledad
Villanueva, Carolina Beatriz
EN LA ESCUELA
La infraestructura del colegio no era muy distinta. Muy pocos cambios, algún aula mas, algún aula menos, pero en general bastante parecido. Íbamos de 1º a 5º.
Si no recuerdo mal, fuimos de los últimos cursos que hicieron séptimo en la primaria, después de eso fueron 6 años de secundaria.
Entrabamos 7:05 e íbamos hasta las 12:10, y algún que otro día hasta las 12:50.
En primer año comenzamos alrededor de 40-50 alumnos, dividido en dos divisiones, pero después, en tercero, nos juntaron en un solo aula. Al final, terminamos el colegio cerca de 25 alumnos, con algunos repitentes.
En cuanto a las asignaturas, tampoco era muy diferente, muchas son las mismas pero con otro nombre. También había algunas que para el momento no eran tan necesarias, como estenografía o mecanografía.
La relación con los profesores era muy variada dependiendo del profesor, con algunos era bastante distante y con otros muy allegada. La manera de evaluar era como la actual, del 1 al 10 y se aprobaba con 6.
La orientación en el colegio era económica, no había otra opción, luego de cursar los dos primeros años un poco más generales, los otros tres años eran orientados en economía. Al finalizar el último año recibíamos el titulo de Peritos Mercantiles.
Teníamos 25 faltas (muy similar al sistema de faltas actual), cuando pasabas las 10 faltas, te tenias que reincorporar. Cuando por ahí nos mandábamos alguna picardía el castigo era mediante amonestaciones, que también eran 25, y a las 25 amonestaciones te expulsaban del colegio, pero muy rara vez pasaba eso, casi siempre se llegaba a un arreglo con el colegio y te dejaban seguir. También había firmas, que a las 3 firmas equivalían a 25 amonestaciones.
El uniforme era jean, guardapolvo, zapatos y corbata para las mujeres y jean, camisa celeste, corbata y zapatos para los varones.
FUERA DEL COLEGIO
Lo único que había extra áulico era educación física. Después viajes educativos no hicimos, porque la realidad económica del momento no era la mejor, estábamos bastante complicados en ese sentido.
ULTIMO AÑO
Cuando íbamos al último año tocaba organizar el paseo del estudiante, que por lo general se hacía en algún campo. La noche antes hacíamos la serenata, donde se tomaba bastante alcohol, y después íbamos al boliche, que lo abrían para juntar a todo los jóvenes, y al otro día íbamos al paseo, algunos disfrazados, otros no, pero íbamos a comer y hacíamos los juegos típicos del paseo.
Para el viaje de egresados nos fuimos a Bariloche, que tuvimos que ir menos días para que la mayoría pueda ir, porque en ese momento estábamos atravesando una crisis económica bastante importante. Fuimos una de las únicas promociones (si no la única) que pagamos el viaje trabajando y no vendiendo rifas. Hicimos de todo, pusimos un cine, que nos fue bastante bien, hicimos un canta niño (que era un espacio para que los niños cantasen), y nos fue bastante mal, también hicimos carreras de kartings y motos. Tuvimos la suerte de que un asesor estuviera en Plas-Vec, y nos dieron lugar a algunos varones para que trabajáramos allí, y algunas mujeres también trabajaron en el guardarropa del boliche.
También, para el ultimo año nos hacíamos una campera (muy fea por cierto) a modo de distintivo.
Por diferencias entre la promoción, no nos pudimos poner de acuerdo en muchos aspectos y por eso hicimos el viaje separados y teníamos distintas camperas, pero mas allá de eso, no existía ninguna rivalidad grande, tratábamos de ayudarnos.
SALIDAS
Los fines de semana nos juntábamos casi siempre. En ese momento se empezaba a usar “la previa” y nos juntábamos en alguna casa o en la plaza. Después íbamos al boliche alrededor de las 2 o 3 de la mañana y volvíamos cerca de las 7. En ese momento estaba Ovni, pero en el transcurso de la secundaria hubo más boliches, pero todos terminaban cerrando. A veces salíamos afuera, íbamos a Gualeguay o Gualeguaychú, que es lo que tenemos más cerca.
Hacíamos bastante picardías, pero sanas, nunca fuimos de hacer daño o romper.
ANECDOTAS
Un miércoles santo, aprovechando que era semana santa y se venían varios días sin clase, se nos ocurrió hacer una picardía bastante ingeniosa. Pusimos un pedazo de carne atrás del pizarrón, y claro, como nadie estaba en el colegio, cuando volvimos había un olor insoportable. En el momento nos pareció muy divertido, pero tuvimos que pagar las consecuencias, y un par se comieron algunas amonestaciones.
Después por ahí nos rateábamos, pero siempre terminábamos siendo pocos, y nos descubrían siempre.