
EGRESADOS
Bargas Liliana María
Beber Ramiro
Benedetti María Delfina
Benítez Dante Daniel
Benítez Eliana Soledad
Cabrera Gabriela Soledad
Cánepa Facundo Oscar
De Zan María Amalia
Della Giustina Laura Esther
Della Giustina Marilina Janet
Fraccarolli Fernando
Godoy Selva Estefanía
Molina Laura Jorgelina
Romani María Ximena
Romani Víctor Ceferino
Ronconi María Pía
Sanchez Graciela Beatriz
Solís Juan Manuel
Velardis Flavia Sabina
DURANTE LA SECUNDARIA atravesamos el mundial 98 y el cierre del frigorífico, que afecto a algunos de nuestros padres.
El edificio del colegio era prolijo y contábamos con todo lo necesario para poder sentirnos cómodos a la hora de nuestra jornada. Nuestro horario de asistencia era de 7:05 a 12:10 horas. La trayectoria era de 5 años, de primero a quinto. Recibíamos el título de Perito Mercantil. Teníamos 10 faltas y después podíamos reincorporarnos. No teníamos ¼ de falta como en la actualidad, era 1 o ½. Cuando hacíamos macanas nos castigaban con firmas, a la tercera firma era una amonestación. Si llegábamos a las 24 amonestaciones nos echaban.
El uniforme de los varones era camisa, corbata azul, suéter azul, medias azules y pantalón gris. El de las mujeres era guardapolvo, corbata azul, medias azules, jeans y el abrigo tenía que ser azul o negro.
Respecto a la exigencia de los profesores era variada, teníamos buena relación, excepto con algunos que, en algunos casos, hacían notar mucho la preferencia por determinados alumnos, pero en general la relación era con respeto. A pesar de que había muchos profesores muy exigentes, aprendimos mucho con y de ellos.
Teníamos las materias tradicionales como por ejemplo Biología, Lengua, Matemática, etc. También teníamos Merceología, Educación para la Salud, Educación Cívica, Mecanografía, Estenografía, Derecho Público, entre otras. Éramos evaluados mediante pruebas escritas u orales dependiendo de cada profesor, también con trabajos prácticos y algunos profesores tenían en cuenta otros aspectos, como por ejemplo comportamiento, carpeta completa y demás. Nos ponían notas escritas en una libreta que entregaban cada periodo trimestral.
Al empezar fuimos 40 alumnos, por lo que tuvieron que separarnos en dos divisiones, y terminamos 18. Éramos una promoción bastante unida, había subgrupos porque siempre se tiene más afinidad con unos que con otros.
Actividades extra áulicas
Generalmente nos juntábamos casi todas las tardes en la casa de nuestros amigos. También había actividades como futbol, danza e inglés.
Con el colegio fuimos a La Serenísima, fue una linda experiencia.
En el último año organizábamos para el día del amigo un certamen con juegos y llevábamos comida para compartir con nuestros compañeros. También organizábamos el paseo del estudiante, donde íbamos a un campo cercano. En las serenatas la mayoría salía a robar corderos.
También teníamos la colación y el baile de recepción.
Nos identificábamos con unos buzos que nos hicimos hacer, eran blancos y celestes con los cuellos negros, atrás cada uno se ponía un número, el nombre y promo 98. Eran una imitación de la camiseta de futbol, ya que ese año estaba el mundial y teníamos fe de que el equipo iba a salir campeón. Cuando perdió frente a Holanda nos queríamos morir, igualmente como buenos patriotas fuimos a Bariloche con esos buzos.
Salidas/Noche
Al principio salíamos a la matinée que se hacía en lo cepillo Germano, eran de 22hs a 00hs. De más grande nos reuníamos a tomar algo en el club central, cocktel o en lo Peteto, alrededor de las 23hs, esa era nuestra previa. Después de ahí íbamos a bailar al boliche, a los tropiquintos y regresábamos cerca de las 6hs a nuestras casas. Tomábamos cerveza, fernet y si no algún jugo. La idea era salir a bailar y divertirse, no a tomar.
Escuchábamos artistas como Bon Jovi, Guns and Roses, Auténticos Decadentes, Grupo Comanche, Enanitos Verdes, los Twist y los Tulipanes.
A diferencia de hoy antes teníamos más libertad, aunque hoy los adolescentes son más tranquilos. Tuvimos una adolescencia muy hermosa e inolvidable.
Viaje de egresados
Nuestro viaje de egresados fue en la ciudad de San Carlos de Bariloche, con la empresa Norosur.
El viaje nos costaba un total de $600, lo pagábamos en cuotas con chequeras.
Para poder pagarlo trabajábamos y vendíamos diferentes tipos de cosas, algunos vendíamos alimentos caseros como por ejemplo pastas, empanadas, tortas fritas y demás.
Para nosotros fue un viaje muy lindo