
EGRESADOS
Aranda Olga Beatriz
Badini María Lina
Benedetti Lisandro E.
Buschiazzo Renata
Castro Iván Ariel
Cusinato Matías Iván
De Lucca María Claudia
De Zan Julieta María
De Zan Noelia Argentina
De Zan Rogelio Alcides
Ferrari Julieta
Fiorotto Marina Soledad
Leuze Lucrecia Renee
Lonardi Ivana Paola
Lonardi Marianela
Mettler Lina Elisa
Mettler Nelson Gastón
Rothermel Alcides Hernan
Sanchez María Marta
Suarez María Danisa
Tonón Ignacio
Viera Héctor Alonso
EN EL COLEGIO
Iniciamos la escuela secundaria en el año 1992, la trayectoria en ese entonces era de 5 años, asistíamos en el horario de 7:05 a 12:10, no había octava hora. La estructura era diferente, para subir había una escalera caracol, que en los días de humedad estaba siempre mojada; arriba no funcionaban todas las aulas que hay ahora, existían partes que no eran usadas, lo que en otra época fueron baños del internado.
La realidad socioeconómica de la época no pasaba por mayores sobresaltos, se puede decir que era “normal”. Todo nuestro recorrido por la escuela secundaria transcurrió con Carlos Menem como presidente y el famoso 1 a 1 (1 peso = 1 dólar). Uno de los acontecimientos más importantes al que fuimos contemporáneos fue el atentado a la AMIA en el año 1995. Teníamos libros usados, de hermanos mayores, o comprados a alumnos que ya habían pasado por ese curso, no existía la modalidad de los libros nuevos, ni de las fotocopias, no se des actualizaban tan rápido como ahora. Al momento de preparar un trabajo que requería de investigar, era muy frecuente ir a la biblioteca popular, no teníamos noción de que existiera internet, así que debíamos arreglarnos con lo que encontrábamos allí.
Con respecto a los profesores, eran exigentes, sobre todo los de ciencias exactas. Dentro del aula se destacaba el respeto y la manera de relacionarnos con ellos.
Teníamos materias como Caligrafía, Derecho Usual, Contabilidad de primero a quinto, Merceología, Estenografía, Mecanografía, y las materias de la actualidad como Geografía, Matemáticas, Música, Plástica (Artes Visuales), Lengua, Biología, Física, entre otras. Egresábamos con el título de Peritos Mercantiles.
El sistema de faltas era diferente, teníamos ½ falta por llegar tarde, ½ por no ir a Educación Física, y 1 entera por llegar muy tarde o no asistir. La asistencia a actos era obligatoria para el curso que le tocaba esa fecha, y si no teníamos falta.
Las sanciones se daban en tres instancias: En la primera se firmaba, en la segunda se amonestaba, y en la tercera se expulsaba de la escuela.
FUERA DEL COLEGIO
Nos juntábamos en el escenario de la plaza a tomar mates, en las horas libres podíamos salir y luego volver al colegio, siempre buscábamos el mate y lo compartíamos con bizcochos.
Era común reunirse en grupos para hacer trabajos prácticos, por la tarde. También para los cumpleaños, que nos juntábamos el mismo día.
EL ÚLTIMO AÑO
De nuestra promoción solo terminó alrededor del 70%, ya que un grupo de compañeros fue expulsado debido a la cantidad de amonestaciones que habían ido acumulando.
Nuestro viaje de egresados fue a la ciudad de San Carlos de Bariloche, lo íbamos pagábamos mes a mes con una chequera. Para recaudar dinero vendíamos empanadas, ravioles, canelones; hacíamos bailes, y fiestas. La empresa con la que realizamos el viaje se llamaba “el Rápido Argentino”, y en ese momento era una de las más populares.
SALIDAS
Los fines de semana nos juntábamos en alguna casa, siempre iban todos, luego íbamos al boliche. Algunas veces nos reuníamos en lo de “Peteto”, y cenábamos ahí, hacían los mejores “calentitos”. Las bebidas que acostumbrábamos a tomar eran vino y cerveza.
Los boliches que había por ese entonces eran OBNI y “La Fundición” (que duró poco tiempo, y luego fue el salón de fiestas “De Diez”). Solo salían los mayores de quince.
En quinto año se solía ir a “La Fábrica” los viernes, un boliche muy reconocido de Gualeguay.