
EGRESADOS
Zapata Analía C.
Benedetti Pablo Luis
Botto María Corina
Cabrera Enzo Rubén
De Zan Maximiliano Ariel
Echeverría Claudia María
Feletti Carla Soledad
Fiorotto María Valeria
Lonardi Matías
Maiorano Viviana Araceli
Marchesini Horacio C.
Mettler Conrado Sebastián
Ronconi Alejandra María
Ronconi Fernando Isidro
Rothermel Guillermo F.
Sack Valeria Marisa
Suárez Adriana Yolanda
EN LA ESCUELA
Arrancamos la trayectoria alrededor de 30 y terminamos 16 alumnos. En el colegio, como cambio dieron vuelta la escalera, además hay aulas nuevas arriba. Teníamos mecanografía en un gran aula de arriba que daba al patio. Las que daban a la calle estaban cerradas, antes dormían pupilas, pero durante nuestro transcurso por la secundaria ya no había. Arriba solamente había dos aulas, más la de mecanografía. Asistíamos de 7 am a 12 pm y la trayectoria era de 5 años, de primero a quinto. Había profesores muy exigentes y otros no tanto, y con respecto a las relaciones, había unos que eran más compinches o permisivos, y otros no tanto, con algunos el aula era un completo silencio, variaba según el profesor.
Teníamos matemática, contabilidad, inglés, derecho administrativo/comercial, biología, geografía, historia, catequesis. Creo que biología teníamos hasta 3er año. Merceología, estenografía (que se usaba para los juicios). Las notas se expresaban con números del 1(uno) al 10(diez), y generalmente nos tomaban pruebas escritas, cada tanto. Y muy de vez en cuando nos evaluaban de forma oral y hacíamos trabajos prácticos.
El uniforme era con pantalón que podía ser jean o de vestir (la mayoría iban con jean), camisa celeste, guardapolvo, zapatos y corbata azul.
El uniforme era cómodo, y no nos quejábamos, aunque siempre en la última hora terminabamos con la camisa afuera y la corbata en cualquier lado.
Teníamos 24 o 25 faltas y, si llegábamos tarde, teníamos media falta, no cuarta como ahora.
Cuando hacíamos rebeldías o firmábamos un cuaderno en rectoría donde explicaban por escrito lo que habíamos hecho y llamaban a tus padres; o amonestaciones, y a las 25 te daban el pase.
FUERA DE LA ESCUELA
Por viajes educativos fuimos a La Plata, y fuimos al museo, entre otros lugares. También recorrimos algunos lugares de Buenos Aires.
Nuestra adolescencia fue normal. En todas las épocas hay distintas modas, distintas cuestiones sociales, por ejemplo, en aquella época la posibilidad de usar drogas no existía, los únicos vicios posibles eran el alcohol y los cigarrillos de tabaco. No era una adolescencia muy complicada, además de los problemas normales de la edad.
Fuera del aula, íbamos a educación física, y después íbamos a fútbol, básquet, paddle, que arrancaba en esa época, inglés, guitarra, coro en la escuela.
LAS SALIDAS
Los sábados salíamos al boliche que estaba abajo de donde después fue obni, y después sí Obni, y los viernes salíamos en Gualeguay o Gualeguaychú.
Alrededor de las 21 horas ya salíamos, solíamos ir a ‘lo Peteto’, y tenías que ir temprano porque si no, no conseguías lugar, comíamos una pizza, tomábamos algo, hasta que se hacían las 23 o la 1, e íbamos al boliche, y a las 4 o 5 volvíamos.
Tomábamos cerveza o vino, Fernet o Gancia; se tomaba muy poco whisky; a veces alguna piña colada con jugo; cosas como el speed no «existían», tomábamos Pronto Shake.
Antes de salir, si no íbamos a comer íbamos a la casa de algún amigo, pero esas «previas» eran re tranquilas.
EL ULTIMO AÑO
En el último año hacíamos el paseo del estudiante, y también el baile del estudiante, que en alguna época se hacía todo el mismo día, y terminábamos súper cansados; el baile de recepción y la despedida a los de quinto, que organizaban siempre los de cuarto.
El paseo del estudiante se hizo algunas veces en un campo, que creo que se llamaba ‘La Esmeralda’, yendo para el lado de Talitas. Y otros los hicimos en un campo que se llamaba ‘El Encuentro’. Íbamos en camiones o en tractores con acoplados. Se hacían juegos, por ejemplo, los varones que se vestían de mariposones, y después elegía el rey de los mariposones; concursos de baile; el palo enjabonado, entre otros.
Había rivalidades entre nuestra promoción con la del nacional, los varones nos llevamos mejor con los varones del otro colegio porque jugabamos al fútbol juntos, pero las mujeres no tanto; era como una competencia; y en épocas de intercolegiales la competencia era terrible.
Había subgrupos. Entre varones y mujeres había como una rivalidad,los varones contra las mujeres; y también siempre había grupitos de 4 o 5, con los que te llevas mejor que con el resto. Pero en general éramos una promoción unida.
Fuimos de viaje de egresados a Bariloche, lo pagamos en cuotas. Por ahí hacíamos alguna rifa sorteando algún electrodoméstico, pero alcanzaba para pagar una mínima parte. Vendíamos comida, empanadas, panqueques, canelones… Nos juntábamos de a dos o tres, con nuestras madres, hacíamos las cosas caseras y las vendíamos. Hacíamos matinées en el boliche temprano, dónde iban los chicos de primero a tercer año aproximadamente, y estaban desde las 6 a las 9 o 10 de la noche, bien tranquilo. Viajamos con una empresa que se llamaba “Río de la Plata”, y recuerdo que los chicos del nacional también viajaron con la misma empresa. Era una empresa de Buenos Aires. Nos convenía porque era bastante barata, y estaba ‘de moda’ en Bariloche, tenían bastante ‘poder’ allá. Viajamos en colectivo, más o menos un día, pero fue muy lindo, y la pasamos re bien. Nos tocó viajar con un colegio de Gualeguay, que en ese momento era sólo de mujeres, era una promoción de aproximadamente 35.
Recuerdo que escuchábamos a Los Rodríguez, una banda en la que estaba Andrés Calamaro. En esa época digamos que la cumbia no existía, empezaron a aparecer las primeras cuando nos fuimos a Bariloche, pero más que nada se escuchaba rock nacional como Fito Páez, Calamaro, Los Redonditos… Y en Larroque estaban Luz Verde, y Sistema Solar.