
EGRESADOS
Arias Eliana D.
Aubert Juan de Dios
Benedetti Adriana A.
Cadinaux, Andrés
Covre María Jorgelina
Fiorotto Daniela M.
Fiorotto Marcos A.
Gabriel Viviana A.
Korell Ivana E.
Larrosa María Andrea
Lonardi Dante N.
Magallán Lorena E.
Marchesini Gastón A.
Marchesini Zulma I.
Martinez Nancy M.
Romani Angel H.
Sack Héctor L.
Sartori Emilce M.
Tommasi Pablo M.
Zapata Silvina
EN LA ESCUELA
Durante nuestro trayecto por el secundario, el colegio era mucho más organizado y mucho más estricto. El uniforme era pantalón, camisa celeste y corbata azul para los varones y guardapolvos para las mujeres. Transcurrimos 5 años, en los cuales no atravesamos muchos acontecimientos importantes. Fuimos contemporáneos al mundial de fútbol del año 1990, el cual disfrutamos mucho, y era uno de los principales temas de conversación en las reuniones con amigos. Además, atravesamos una economía que no afectaba a la educación; si bien a muchos de nosotros se nos hacía más difícil estudiar, la mayoría estaba bien económicamente. Al colegio siempre íbamos caminando, y nunca fuimos de llegar tarde todos los días, como quizás sí sucede ahora. Lo mejor de ir al colegio era encontrarnos todos y compartir momentos juntos, y lo peor eran las evaluaciones. El sistema era tradicional; éramos evaluados con exámenes casi siempre escritos, y también orales. Aunque también los profesores nos evaluaban teniendo en cuenta nuestra responsabilidad y comportamiento diario. En cuanto a la relación con los profesores, teníamos una buena relación con todos, pero sobre todo de respeto mutuo. En aquel momento, todavía se usaba el puntero. Las materias que teníamos eran Contabilidad, Mecanografía, Merceología y las demás, las tradicionales, como Lengua, Matemáticas, Geografía, Historia. Si hablamos del sistema de faltas, el límite eran 25: a las 15 faltas te daban una reincorporación, en la que se otorgaban 10 faltas más. También, cuando cometíamos algún acto de rebeldía, o alguna travesura, nos ponían amonestaciones, que, alcanzando cierta cantidad de estas, te podían expulsar del colegio.
FUERA DE LA ESCUELA
Se hacían los juegos intercolegiales, en los cuales participábamos todos o la mayoría de los alumnos; era una de las únicas actividades extra áulicas que realizábamos en ese momento.
EL ÚLTIMO AÑO
Nuestra adolescencia no fue ni buena ni mala. Pero a su vez, ésta estuvo marcada por un evento deportivo que se realizó en aquel momento. Lo llamábamos la «Mecharesca», y Larroque estaba muy bien representada allí. Además, hacíamos bala, jabalina y otras actividades más. De hecho, una vez viajamos a Chapadmalal, y a Nogoyá, con fines de competir. En el último año esperábamos el viaje de egresados, la serenata, el paseo del estudiante, que se hacía en los campos “El Maracayá”, “La Tunga “o “La Esmeralda”, y también el baile del estudiante, que lo hacíamos en el Club Central Larroque.
SALIDAS
Los sábados por la noche casi siempre salíamos a bailar, nos colábamos a los cumpleaños de 15, o íbamos a las matinées, que eran desde la 1 de la mañana hasta las 6:30 de la mañana. Las bebidas que más consumíamos eran: Gancia, cerveza, whisky y sangría. No existía la previa, sólo nos reuníamos a comer algún asado los varones de vez en cuando, en alguna casa, y las mujeres se juntaban a vestirse y maquillarse. Las bandas o artistas que se escuchaban eran: Pasajeros del Sol, Queen, La Mona Jiménez, Antonio Ríos, los Iracundos, y acá en Larroque estaban las bandas locales, Luz Verde, Sistema Solar, Los Gurisitos. La diferencia que notamos con los grupos de hoy en día son, en primer lugar, el respeto que tienen los jóvenes con los adultos. Por otro lado, el rendimiento académico era mucho mejor antes, también, que antes se practicaban más deportes. Ahora vemos que se sale más juntos, y que las promociones son mucho más unidas con respecto a cómo son como grupo.