Promoción 1987

EGRESADOS

Alem Daniela V.
Angeloni mariela R.
Angeloni NélidA G
Chaía Rubén A.
De Luca Franco Bruno
De Zan Eduardo D.
De Zan María Silvana
Della Giustina Cristina
Espinosa María Alejandra
Fiorotto María Silvia
Gabriel Claudia S.
Kneeteman Rubén C.
Lertora María Ana
Lertora Nancy Noemí
Lonardi María de los A.
Londra Héctor F.
Marchesini María E.
Menescardi Adriana D.
Pelaez Alicia M.
Perera norma mariela
Romani Mariela M
Sack Aída Rosana
Tolosa Marisa M.
Tommasi Mónica D.
Viale Marisa Susana
Viale Pablo R.

Cuando comenzamos la secundaria sucedían en el país acontecimientos importantes como la guerra por las Malvinas, la vuelta de la democracia y también el mundial del  86, nos juntábamos a ver los partidos.

Empezamos 52 alumnos, pero terminamos solo 26.

El horario era de 7:05 AM hasta las 12:10 AM, la currícula era más chica y debido a esto no se salía a las 12:50 AM, como sucede en la actualidad.

En aquel momento no teníamos acceso a las aulas de arriba, ya que ahí estaban las habitaciones de las hermanas,por lo que las clases se daban en la parte de abajo.

Teníamos un total de 25 faltas, si nos excedíamos quedábamos libres.

Cuando hacíamos rebeldías nos ponían firmas, y a las 3 firmas era una amonestación, y si llegábamos a las 25 amonestaciones nos echaban del Instituto.

La trayectoria duraba 5 años.

En aquellos momentos la realidad socio-económica no era algo que afectara a la educación, ya que antes no era como ahora que se piden  muchas fotocopias, nos juntábamos en casas y hacíamos los deberes, nos ayudábamos entre nosotros ya que tampoco teníamos acceso a internet.

Respecto a los profesores, nuestra relación era de mutuo respeto, y eran muy exigentes. Algunos profesores que recuerdo son Nené Fracarolli, Liliana Marcucci, Nora Martin, Rodolfo Benedetti y Norberto Fiorotto, que recién estaba comenzando a dar clases.

Nos evaluaban de manera escrita u oral, los valores se expresaban en notas del  1 al 10 y en otros momentos con “alcanzo” y “no alcanzo” o con “bien”, “menos bien”, “bastante bien” y “muy bien”.

Teníamos materias diferentes a las de hoy en día como Merceología, Estenografía y Mecanografía. 

Lo mejor de asistir al Instituto era compartir con nuestros amigos y compañeros esos 5 años, aunque a algunos nos costaba madrugar.

El uniforme de los varones era la camisa celeste con corbata, un pantalón gris, zapatos y arriba de la camisa se usaba blazer. Y las mujeres usaban guardapolvo, jean o pantalón de tela en invierno y zapatos. Aunque no nos gustaba, era cómodo.

Hacíamos algunas actividades extra áulicas, las mujeres generalmente íbamos a danza y los varones iban a fútbol en el club central. También teníamos física o nos juntábamos a las 4 de la madrugada a estudiar antes de las pruebas.

Hicimos algunos viajes educativos a Buenos Aires, Paraná y a otros lugares como la Represa de Salto Grande.

Éramos una promoción muy unida, todavía seguimos reuniéndonos cuando podemos.

SALIDAS/ NOCHES

Respecto a los horarios de salidas, eran de 12 hs p.m hasta las 4 o 5 a.m.

El boliche se llamaba Uamá, y empezamos a salir ahí a los 15 años, tomábamos sangría, anís 8 hermanos, vino tinto o blanco y cerveza. No había whisky o vodka.

No había tanta previa en esos momentos, pero pasábamos a buscar a nuestros amigos para salir a la noche. A veces íbamos a Sportivo, a jugar un rato al billar, o a lo “Pilolo”.

Algunos fines de semana hacíamos asaltos, nos quedábamos en la casa de algún amigo o amiga de la promoción y nos íbamos a la madrugada. También íbamos a comer algunas pizzas a lo de Rubén Chaia.

Se escuchaban bandas como Sistema Solar, Luz Verde, los Enanitos Verdes, Eros o lentos en inglés.

PASEO DE ESTUDIANTE/ VIAJE DE EGRESADOS

En las serenatas nos identificaba la canción “Cachito de Corrientes”, [1] siempre la cantábamos.

Los paseos del estudiante generalmente eran en un campo de Irazusta, y hubo un año que se hizo en el polideportivo.

Nuestro viaje de egresados fue a Bariloche. Lo pagamos trabajando, hacíamos empanadas, tallarines, pañuelitos y tortas fritas. También hicimos una rifa grande para llevar un poco de plata, el primer premio fue un juego de living. No se hacían rifas para pagar el viaje entero como se hace ahora.

En nuestro viaje no había tantas excursiones como las que hay hoy en día, no se hacia la cabalgata por ejemplo, pero la pasamos hermoso y fue una experiencia inolvidable. Fuimos con una empresa de Concepción del Uruguay, se llamaba Itapé Tour.

Con los grupos de adolescentes de hoy noto que las conversaciones no son iguales, ahora usan más el celular. Además éramos más respetuosos, tampoco nos emborrachábamos tanto y no teníamos tantas “jodas”.