
Nuestro grupo era parejo en sentido económico, no teníamos problemas de ese tipo; no se sentían diferencias sociales. No nos interesábamos en la política, no palpábamos la realidad.
El colegio era privado. Había un internado y teníamos compañeras que se quedaban de lunes a viernes, sobre todo si vivían en el campo. En el comedor cocinaban las monjas. También estaban las medias pupilas, que comían ahí y después se iban a educación física. Había una capilla, donde ahora está la biblioteca. Nuestros compañeros que vivían en el campo, iban al colegio en una estanciera y pasaban a buscar a los demás chicos para llegar. Y los que vivían en Larroque, iban caminando. Comenzamos 1er año con alrededor de 30 alumnos, que por distintas situaciones terminamos 19, en 5to. Las mujeres usábamos guardapolvos, y en el último año, usamos pollera tableada azul, camisa blanca y blazer azul.
Por parte de los profesores había mucha exigencia, aunque la relación era buena. Nos evaluaban de manera cuatrimestral, de forma oral y escrita, y el valor era del 1 al 10. También, hacíamos retiros espirituales, a la Abadía del Niño Dios, en Victoria, que nos llevaban las monjas.
Nos permitían hasta 25 faltas. Cuando hacíamos algo indebido, nos ponían amonestaciones, o amonestaciones colectivas. A las 25 nos echaban.
FUERA DEL COLEGIO
Las actividades extraescolares incluían la muestra Ed. Física, los carnavales, hacer deportes, como handball, atletismo y básquet. También había danza e inglés. Nos divertíamos mucho. Además, nos juntábamos siempre a mirar partidos de fútbol, también se realizaban los intercolegiales.
La Serenata solo se hacía en 5to año. Para el paseo del estudiante íbamos a “La Cuyana” o a “La Olga”. Iban muchos padres, hacían asado, corderos. Los profesores también iban, hacíamos shows, nos disfrazábamos todos, había guitarreada. El baile del estudiante se hacía el mismo día del paseo: llegábamos, con la toca todo el día, nos bañábamos y salíamos para el baile, que lo organizaba 5to año.
También se hacía el baile de recepción, un año en cada club.
Dentro del grupo había una marcada diferencia: había líderes, estaban los rezagados que se alejaban de los líos, y los más problemáticos.
Éramos muy unidos a pesar de estas distinciones. Nos seguimos juntando todos y también hacemos viajes.
Fuimos a Córdoba, San Juan y Mendoza. Hacíamos carreras, bailes, comidas. Fuimos en la empresa San Jorge de CDU: hacíamos excursiones y a la noche confitería.
LAS SALIDAS
A partir de los 15 años, salíamos a la confitería, ‘’504 quo vadis”, confitería de Cepillo Germano. Salíamos de casa a las 9 o 10 de la noche, y volvíamos a las 2am a más tardar. No existía la previa.
Las bebidas que tomábamos eran whiscola, otard dupuy, whisky, vino, paddy. Y se escuchaba “Música Libertad”, The Creedence, Los Náufragos, Los Iracundos. Las bandas locales eran
Sistema Solar, Luz Verde, Tinta China, 9 de Julio, que tocaban lentos, rock tranquilos, tangos.
ANECDOTA
Algunas veces nos escapábamos del colegio para ir a una confitería a bailar. También teníamos un compañero con epilepsia que se hacía el loco para evitar algunas pruebas.
Cuando fuimos a las bodegas, algunos se prendían de las canaletas del vino en proceso.
Creemos que los adolescentes de ahora tienen mucha más libertad, más confianza con los padres. Aunque algunos valores se fueron perdiendo, y faltan límites. Hay cosas que eran tabú y ahora están normalizadas.
Integrantes de la promoción:
BENEDETTI, María Cristina; BENEDETTI, Mario Raúl; CAZAUX, María Ester; CURTI, Martina Susana; DE LUCA, Graciela; DE ZAN, Nora María; FALLET, María del Carmen; GONZÁLEZ, Mirta Raquel; IRRAZABAL, Mirta Iris; NOTTHOFF, Oscar Alberto; PEREYRO, Osvaldo Raúl; RIVERO, Alicia Mabel; ROMANI, Roberto Alonso; SARTORI, Juan Carlos; TAFFAREL, Margarita Beatriz; TARRAFEL, Stella Maris; TRONCO, Alicia Yolanda; TRONCO, Mirta Graciela; URANGA, Omar Darío.